Mil razones tiene mi boca para gritar,
mil noches perdidas entre el barro;
fuimos frutos maduros de la soledad,
almas que saben del tiro a bocajarro.
Callejones oscuros y manos con puñal,
empujones sin conciencia y cigarro.
Ladrones de vergüenza y honestidad,
más que hombres fueron engaños.
Piedras que gritaron a la libertad,
mientras llenaban sus manos en el cazo;
me pregunto si alguien ya los seguirá,
si de las mentiras no quedaron hartos.
mil noches perdidas entre el barro;
fuimos frutos maduros de la soledad,
almas que saben del tiro a bocajarro.
Callejones oscuros y manos con puñal,
empujones sin conciencia y cigarro.
Ladrones de vergüenza y honestidad,
más que hombres fueron engaños.
Piedras que gritaron a la libertad,
mientras llenaban sus manos en el cazo;
me pregunto si alguien ya los seguirá,
si de las mentiras no quedaron hartos.
Rafa Marín
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