Vistas de página en total

sábado, 20 de octubre de 2018

Día de los muertos

No tengo a donde llorarte,
porque ni esto me dejaron;
tristes almas que apuraron,
para corriendo quemarte.
Que solitaria fue la tarde,
un sol rojo mis ojos cegaron,
gestos que no me consolaron,
ver fingir a los cobardes.
El niño quiere que vengas,
sentirte a mi lado quiero,
que no seas dolorosa pena.
Llorando este amor sincero,
derramando lágrimas negras,
te pedimos que bajes del cielo.

Rafa Marín

No hay comentarios:

Publicar un comentario