Vistas de página en total

lunes, 15 de octubre de 2018

La mañana (relato corto)

La mañana, aunque fría y ventosa, le invitaba a salir. Tomó capote, sombrero y bastón y enfilando la calle, bajó en dirección al puerto. Desde su perspectiva se veían los cabeceantes mástiles y las olas rompiendo contra el malecón. Un mar blanco y azul que lo llamaba.
El descenso entre las callejuelas le descubrió tesoros olvidados, la fuente de la esquina rota, siempre mamando cristalina y fresca agua, los geranios de los balcones, las muchachas entre risas camelando. Se sonrió para sí, con la timidez de un niño que despierta.
Al torcer la calle Nueva, con ella casi se tropieza; tras el primer instante de sorpresa, se descubre cortes y de su boca como un suspiro, un ahogado buenos días. Ella, lo mira, entre curiosa y añorante y le responde con un "cuanto tiempo Miguel", que él saborea.
Así, plantados frente a frente y mudos, dejan madurar el minuto y él, ofreciéndole un brazo la invita a tomar un café. Ella prende de sus ojos una sonrisa y de su brazo se deja guiar hasta ese viejo café de ventanas de marco rojo y letras amarillas.
Él siente que revive 20 años y ella a su lado, casi se vuelve una chiquilla. Nadie hace gestos raros, porque nadie ya recuerda aquellas comidillas y sentándose al fondo, él se pierde en los ojos de ella y ella los de él mira. Cuánto tiempo más he de esperar? le pregunta.
Ella lo mira triste, como miran las mujeres viudas y asiendo esa mano curtida de años calla. Hablan de tiempos pasados y de noches de temporal y angustia; de marineros perdidos y capitanes de la fatiga.
Alargan el café más de lo necesario, él aferrado a una esperanza muerta y ella al anhelo de un ya lejano pasado. Se despiden, con una mueca torcida él y ella con la urgencia de unos nervios que la llenan.
Él decide bajar hasta el puerto y ella, se pierde entre las calles vacías hasta su encierro.
Fin
Rafa Marín

No hay comentarios:

Publicar un comentario