La luz se derrama bajo las hojas del sauce,
el parque parece derrotado por la desidia;
todo tiene un reluciente verde descuidado.
Sólo los bancos permanecen blancos,
como si alguien los quisiera así, pulcro,
relucientes bajo la luz de este día nublado.
El canal canta la ausencia de los patos,
las barcas están amarradas y no cabecean,
todo ha adquirido el aspecto otoñal
de las cosas tras un día de tormenta.
La humedad de la tierra destapa olores,
incluso se ven lombrices entre la hierba.
Miro a mi alrededor y sacó un viejo libro,
Lo rescaté ayer al intentar escapar.
Las preguntas son como las respuestas;
a veces impertinentes y otras inoportunas,
casi siempre se quedan en palabras vacías.
Me levanto y dejo el parque atrás,
no me vuelvo para ver su aspecto abandonado;
mañana seguirá ahí, con sus bancos relucientes
y sin niños que en él quieran volver a jugar.
el parque parece derrotado por la desidia;
todo tiene un reluciente verde descuidado.
Sólo los bancos permanecen blancos,
como si alguien los quisiera así, pulcro,
relucientes bajo la luz de este día nublado.
El canal canta la ausencia de los patos,
las barcas están amarradas y no cabecean,
todo ha adquirido el aspecto otoñal
de las cosas tras un día de tormenta.
La humedad de la tierra destapa olores,
incluso se ven lombrices entre la hierba.
Miro a mi alrededor y sacó un viejo libro,
Lo rescaté ayer al intentar escapar.
Las preguntas son como las respuestas;
a veces impertinentes y otras inoportunas,
casi siempre se quedan en palabras vacías.
Me levanto y dejo el parque atrás,
no me vuelvo para ver su aspecto abandonado;
mañana seguirá ahí, con sus bancos relucientes
y sin niños que en él quieran volver a jugar.
Rafa Marín
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