Que larga y fría
se hizo aquella madrugada,
cuando al llegar vi,
dos sombras en tu ventana.
La noche se vistió de añil,
luces que morirán al alba.
Cigarrillo a cigarrillo,
mi oscuridad consumí.
Mientras una sombra se acostaba,
a la otra una acera vio morir.
Rafa Marín
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