Si desprendida ya de tu mano, mi mano va,
apuñando entre los dedos otras bellas flores;
si de nuestro otoño ya no quiero sus rigores,
¿para qué quieren tus lindos oídos mi cantar?
apuñando entre los dedos otras bellas flores;
si de nuestro otoño ya no quiero sus rigores,
¿para qué quieren tus lindos oídos mi cantar?
Las hermosas letras y sus dulces amores,
mil mentiras que te hicieron ayer soñar;
que no haría por desprenderte de estos dolores,
por en tu ardiente pecho sembrar la paz.
mil mentiras que te hicieron ayer soñar;
que no haría por desprenderte de estos dolores,
por en tu ardiente pecho sembrar la paz.
Mas entre el ir y venir del inmutable tiempo,
se ensaña tu dolor en su propia gallardía,
para sacarme a la cara mis remordimientos.
se ensaña tu dolor en su propia gallardía,
para sacarme a la cara mis remordimientos.
Que de mi vida no pasa ni noche ni día,
sin que sienta el corazón latir en el pecho
y de estas ganas por las calles tu nombre gritaría.
sin que sienta el corazón latir en el pecho
y de estas ganas por las calles tu nombre gritaría.
Rafa Marín
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