La noche se hunde,
es un mar que se derrama,
como la melodía de un piano,
como este sentir que no cesa.
Yo no te pido nada,
pues la nada te habita,
eres mujer y me llamas,
porque tú ser es el mar,
es un mar que se derrama,
como la melodía de un piano,
como este sentir que no cesa.
Yo no te pido nada,
pues la nada te habita,
eres mujer y me llamas,
porque tú ser es el mar,
que desde el cielo se precipita.
Serás lluvia en mi cara,
yo seré grito en la quebrada;
anhelo roto que se disipa,
girón de niebla en la madrugada.
Serás lluvia en mi cara,
yo seré grito en la quebrada;
anhelo roto que se disipa,
girón de niebla en la madrugada.
Rafa Marín
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