Sucumbo a esta penuria física,
al abrazo constante de la cama,
a no sentir el rolar de la brisa,
al dolor que cada día me reclama.
Amanece y se lleva el sol las ganas,
parece que la parca ya tiene prisa,
una señal que del puerto avisa,
un reflejo vahído en una palangana.
Tan largo y tan corto es este río,
ya oigo el murmullo del mar lejano,
disparos en un valle sombrío.
Fatal giró la fortuna en mi mano,
de todo lo que hice hoy me río,
de la vida recogí lo que he sembrado.
al abrazo constante de la cama,
a no sentir el rolar de la brisa,
al dolor que cada día me reclama.
Amanece y se lleva el sol las ganas,
parece que la parca ya tiene prisa,
una señal que del puerto avisa,
un reflejo vahído en una palangana.
Tan largo y tan corto es este río,
ya oigo el murmullo del mar lejano,
disparos en un valle sombrío.
Fatal giró la fortuna en mi mano,
de todo lo que hice hoy me río,
de la vida recogí lo que he sembrado.
Rafa Marín
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