De entre las sombras
que la luna despierta,
su voz se va colando,
ora como un susurro,
ora como un leve canto.
que la luna despierta,
su voz se va colando,
ora como un susurro,
ora como un leve canto.
Es el poeta que se acerca,
como una culebra en el árbol,
abriendo su alma inquieta,
tu oído está endulzado.
No temas niña pizpireta,
porque serás su primer bocado.
No le importa el despecho,
de quien ahora es afortunado,
ni teme al fatal lance,
ni a la daga del burlado.
Él, vive esa gloria cruel,
de un beso hurtado.
Así que, jóvenes amantes,
del poeta guarden cuidado.
Una vez que su ojo acierte,
dense ya por engañados.
como una culebra en el árbol,
abriendo su alma inquieta,
tu oído está endulzado.
No temas niña pizpireta,
porque serás su primer bocado.
No le importa el despecho,
de quien ahora es afortunado,
ni teme al fatal lance,
ni a la daga del burlado.
Él, vive esa gloria cruel,
de un beso hurtado.
Así que, jóvenes amantes,
del poeta guarden cuidado.
Una vez que su ojo acierte,
dense ya por engañados.
Rafa Marín
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