Entre estas soledades,
de cristal marchito y,
avejentada necesidad.
Esparciendo pensamientos,
esos que nadie copará,
con respuestas o silencios.
Unos ojos callados,
que sólo saben mirar.
¿Acaso en estas vastedades,
el horizonte no tiene final?
Preguntas que me hago,
cuando te veo llorar.
Rafa Marín
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