Bajo el mármol pétreo domir,
en la silenciosa loma,
rodeado de hierba
y bañado por la lluvia.
Sentir la paz que nunca llega
Sentir la paz que nunca llega
y rodeado de silencio descansar,
este cuerpo tan marchito
y su maldita conciencia.
Dormir en los abisales fondos,
de oscuridad completa,
como duerme la brillante arena.
Dejar que se descarnen mis huesos,
bendita sonrisa de la calavera
y en las cuencas sin mirada,
ver la verdad que a todos llega.
Rafa Marín
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