Nos sorprendió la noche,
la suerte te vino a buscar,
para llevarte muy lejos.
¿Qué podria decirte mamá,
sin que las lágrimas bañen mis ojos?
Aún siento tus manos temblar,
cuando presa de tu afán,
nos preparabas el desayuno.
Ahora que ya no volverás,
quiero recodar los felices momentos;
con esa disposición natural,
para dar amor a tus nietos.
No quiero entretenerte mamá,
la vida tiene esos encuentros,
nosotros nos quedamos atrás,
mientras tu te marchas muy lejos.
In memoriam
Rafa Marín
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