Quisiera cantar muy alto,
al almíbar de tu boca,
a la luz febril de tus ojos,
al sueño que sería abrazarte
y morir sin dejar de quererte.
Pero me llamas tu amigo
y del sueño me despiertas.
Que malo es ser hombre de palabra
y solo con palabras poder poseérte.
Y mando callar a esta boca,
que hambre tiene de tu boca,
porque si esta noche no callo,
mañana vendrá esa derrota,
de no tener tu amistad,
y no poder recuperar mi honra.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario