Si con mi vida o mi muerte,
algo pudiera en ti arreglar.
¡Oh! Dioses, quisiera esa suerte,
y ver que tu vida vas a gozar.
Si con mis ojos tu cara pudiera bañar,
esa salada fortuna que en mí,
nadie nunca verá asomar.
algo pudiera en ti arreglar.
¡Oh! Dioses, quisiera esa suerte,
y ver que tu vida vas a gozar.
Si con mis ojos tu cara pudiera bañar,
esa salada fortuna que en mí,
nadie nunca verá asomar.
Hoy y, cuatro días que pasarán.
La locura de tus sueños y de los míos;
la tristeza de su cruel verdad.
La locura de tus sueños y de los míos;
la tristeza de su cruel verdad.
Rafa Marín
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