Bajo el fondo de sus ojos,
mella que el tiempo creó,
se descubren los pesares,
que la vida sobre ella dejó.
Algo que el rímel no quita,
un pasado que nunca durmió;
noches que son pesadilla,
no la envuelve ya su olor.
Pero, ¿qué temes chiquilla?
Él, solo era un ave que voló,
una hoja de otoño que brilla,
bañada por la luz de tu recuerdo.
Rafa Marín
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