Que largas se hicieron las noches,
que duras, las tardes y las mañanas,
cuando tras un mostrador pones,
la mejor de tus caras cansadas.
Con la ironía y sus sones,
sobres las ies, puntos sin pausa.
Que sabrá nadie de tus razones,
con la broma todo mal espantas.
Hoy, olvidados ya los madrugones,
ante esta mesa y su pitanza,
te damos gracias y rendimos honores,
deseándote una vida muy larga.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario