Poco a poco se aleja,
como el esquife de vela blanca,
que al horizonte va.
Como la nube solitaria en el azul,
como la mano que dice adiós,
desde el andén se queda atrás.
El tiempo pasa y nada nuevo trae,
quizás algún recuerdo,
que él mismo, un día matará.
Así se marcha su presencia,
jugando con la casualidad.
como el esquife de vela blanca,
que al horizonte va.
Como la nube solitaria en el azul,
como la mano que dice adiós,
desde el andén se queda atrás.
El tiempo pasa y nada nuevo trae,
quizás algún recuerdo,
que él mismo, un día matará.
Así se marcha su presencia,
jugando con la casualidad.
Rafa Marín
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