Como ejército de
fantasmas
surge la niebla
del suelo.
Cubriendo con su
húmedo manto
las casas las
calles y los setos.
Danzan las luces
de los autos
con su pasar
sereno y yo en la ventana
sigo esperando
tu regreso.
La noche se
asemeja
a un lobo que está
al acecho.
Mientras de mi salen
de paseo,
los ratones que
aparecen
de entre los
recovecos.
Cada uno trayendo
un mal presentimiento.
Esas cosas que
siempre imagino
si delante de mí
no te tengo.
Cruzas la calle
ligera cubierta
de lluvia que
del cielo no cae
porque es nube
que se posó en el suelo.
Rafa Marín
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