Asomado a la tarde miro
a lo alto de las cimas lejanas.
En ellas se visten de blanco
las etéreas nubes del azul cielo.
Buscan entre las quebradas
la humedad que las rebose,
quiere ser lluvia sobre tu pelo.
Me asaltan los sueños
de la última madrugada,
ríos de salvajes y puras aguas
recorren urgentes el árido suelo,
persiguiendo en su lecho el final
de esta vida que hoy te llevó tan lejos.
Ya no respondes a mi voz
que es trueno reclamándote a mi lado.
Y sólo me queda imaginar esa nube pasajera
que se acerca cargada de esta lluvia
tormenta que sobre mi caerá,
llevándote otra vez a los recuerdos.
Rafa Marín
La tormenta...
ResponderEliminarDejo lluvia como llanto en mi cara
Dejo las sombras de suspiros
Pero no es nada...Es la Lluvia..
Qué bonito escribes Rafa...