Los ojos tengo perdidos
en el ayer en hoy y no paran
de buscar el mañana.
Ellos que fueron soles encendidos
hoy son solo lunas apagadas.
Tan oscuros se quedaron que
no reflejan ya la luz,
por el vacío van vagando
mientras te quejas tú.
Se durmieron mis dos luceros
Al runrún de tus silencios,
cómo se duermen los niños
que solo conocen el miedo.
Letanías yo no quiero,
si aquellos dulces besos.
Rafa Marín
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