Esta noche dieron alas al tiempo,
me robó la madrugada,
siempre de placeres inciertos.
No hay luces que brillen,
en este oscuro y frío firmamento.
Surgen bellas las caras,
para huir de mis ojos corriendo.
La cama vacía y deshecha,
me habla de los pasados encuentros,
como si fuese ahora,
un calabozo del mismo infierno.
No saltan al aire gemidos,
sólo los solitarios lamentos,
agonía que me llama,
al saberte en mi estando tan lejos.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario