Algunos por no sentirlo,
quizás no puedan entenderlo.
Patria, una mala
madre
que de sus hijos
jóvenes devotos
se alimenta de
su sangre.
Marchita y
egocéntrica bandera
que en balcones
de boato
cuál meretriz cada día ondea.
Siempre del
pueblo sacrificio vano
y de políticos
primer plato.
Mal querida es
de los ricos,
de Papas y reyes
moneda de cambio.
Siempre presente
y siempre escasa,
Cuánta sangre se
cobró innecesaria
y que poco me
gusta ese nombre.
Rafa Marín
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