Acto 1º
En prisión.
El capitán pirata se lamenta.
Cómo podría renegar de esta condena,
que hoy en este penal me ata con cadenas.
Si con solo recordar como fue la noche
aquella,
sonrío, pues caí preso por un solo beso de
ella.
Turbulenta mar me trajo a sus costas.
Fueron olas tan altas como velas rotas,
tanto que desarbolaban goleta y escotas
y el temor me llevo a tierra en mala hora.
Busqué por mal fario un puerto
y no hallé ninguno mas desierto
que el de San Fernando, es cierto.
Siempre fue amable y sin muertos.
Osado pretendía yo ser al hacer alardes
insolentes.
Mas cómo voy a decir a mi boca ¡mientes!
si en mi vida acometí a culpables y a
inocentes.
Yo me jacto de ser de Neptuno su tridente.
Rafa Marín 02/02/15
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