Primer domingo
de mayo,
y como al sol yo
te tengo
siempre en mis
ojos brillando.
Eterno suspiro
en mis labios.
Tú, Madre que de
mi hijo eres,
para mi corazón el
hermoso,
el mejor de
todos los regalos.
Como quisiera yo
poder decirte,
que no hay en este
mundo
ni flores ni
mares ni prados
que en tus ojos
se reflejen,
y puedan
compararse
con lo que por
ti dentro guardo.
Tú, que por
nosotros pierdes
cada día que va
pasando
horas de sueño
que mereces
mientras
nosotros nos quejamos.
En el día de la
madre de Ricard y Rafa
Rafa Marín
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