Sobre la piedra rebota,
nítida como el cristal,
voz que mi boca no nombra,
porque me mandas callar.
Azules que quizás rozan,
tus labios en este portal,
unas veces son la sombra y,
otras ardientes cual volcán.
Breve, un suspiro me roba,
fruto es de mi necesidad,
siempre eres primera persona,
remedio contra la soledad.
Rafa Marín
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