Sobre este duro camino,
de las aceras doradas,
historias en pergamino,
una protagonista añoraba.
Sobre el fiel agraz amarillo,
que una niña tal vez soñara,
fue escribiendo un destino,
abrazado a la almohada.
AY! Como se ha perdido,
oyendo la madrugada,
horas que fueron frío,
mientras sus boca lloraba.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario