Si mi boca fuese,
cálida llama sobre tu piel.
Si es susurro en tu oído,
beso en tu cuello,
camino que desciende
por tu pecho cual escalofrío.
Si mi boca fuese,
la humedad que en tu espalda
se vuelve ardiente río,
¿qué no será cuando juegue
una cuarta bajo tu ombligo?
Si mi boca fuese en tus labios,
el silencio eterno sin olvido,
pura necesidad de dos almas,
que en su abrazo no temen;
ni al que dirán ni a los castigos...
Si así fuese y así lo quieres,
¿por qué estás jugando conmigo?
Rafa Marín
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