La noche me trae tu mirada
y yo no sé decirte no.
¡Ay!
Niña que rompió su jaula,
entre barrotes vivo yo.
Quererte querer quisiera,
donde quiera yo.
Sueños de esta dura madrugada,
sin tus labios y su ron.
Que de ganas me muerdo la lengua,
para no darme de ti un atracón.
Sueñan mis manos,
como sueñan las olas del mar,
ser en tus caderas abrazo
y en tus oídos susurrar.
y yo no sé decirte no.
¡Ay!
Niña que rompió su jaula,
entre barrotes vivo yo.
Quererte querer quisiera,
donde quiera yo.
Sueños de esta dura madrugada,
sin tus labios y su ron.
Que de ganas me muerdo la lengua,
para no darme de ti un atracón.
Sueñan mis manos,
como sueñan las olas del mar,
ser en tus caderas abrazo
y en tus oídos susurrar.
Sirena de monte y secano,
diosa del olivar;
niña que lloró de pena,
una noche de San Juan.
diosa del olivar;
niña que lloró de pena,
una noche de San Juan.
Nadie por ella al fuego reta.
Nadie se quiere quemar;
ahí queda en el tiempo mi condena.
Nadie se quiere quemar;
ahí queda en el tiempo mi condena.
Rafa Marín
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