Ayer soñé otros mundos,
todos de infinita belleza;
unos fríos y de nieves eternas,
otros, pintados de verde
otros, pintados de verde
y aguas azul turquesa.
Grité,
pero sólo me vino el eco,
con su fatal respuesta.
con su fatal respuesta.
Ayer, me perdí en esta vida
que sin llegar, como nube
en el azul del cielo se aleja.
Sueños que quise sufrir,
sin el soma que tu boca deja,
me enseñó el tiempo a vivir;
para aprender de su moraleja.
Sueños que quise sufrir,
sin el soma que tu boca deja,
me enseñó el tiempo a vivir;
para aprender de su moraleja.
Rafa Marín
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