Cada día,
escondido en el cañaveral,
el pinzón su canto eleva;
tres bocas que alimentar
escondido en el cañaveral,
el pinzón su canto eleva;
tres bocas que alimentar
de un lado a otro le llevan.
Cada mañana,
nada más el sol despuntar,
él canta en su rama,
siente que cada mañana es nueva.
No hace otra cosa que buscar,
pequeños insectos en la grama,
tiene tres bocas que alimentar,
que de aquí a allá le llevan.
Cada mañana,
nada más el sol despuntar,
él canta en su rama,
siente que cada mañana es nueva.
No hace otra cosa que buscar,
pequeños insectos en la grama,
tiene tres bocas que alimentar,
que de aquí a allá le llevan.
Rafa Marín
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