Hay un juego al que quisiera jugar,
pero tú no te dejas;
delicias con sabor a mar
en aquellas calles viejas.
Hay, para qué lo voy a negar,
sin razones y murallas al mar,
viejos recuerdos y leyendas.
Yo que tanto te quise amar,
moriré sin quitarme esta pena.
Caballero impío de tú caminar,
Mil noches tiene mi condena,
una por cada vez que te quise besar;
escondido entre verdes eneas.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario