Cada vez que llueve te recuerdo,
con tu prisa y tus desvelos;
asomada siempre al tiempo.
Como un gorrión sin miedos;
tan chiquita que el corazón,
no te cabía dentro.
Ahora, te miro,
sobre este azul del cielo,
con tu prisa y tus desvelos;
asomada siempre al tiempo.
Como un gorrión sin miedos;
tan chiquita que el corazón,
no te cabía dentro.
Ahora, te miro,
sobre este azul del cielo,
esperando quizás que tú
me estés viendo ... mamá.
me estés viendo ... mamá.
Rafa Marín
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