Y no se acaba esta pasión.
Que no se quiere olvidar
mi mente que ahí estás
y mis ojos no dejan de mirar.
Pobre corazón, nunca aprenderá.
Que de amores lejanos
están llenos los suspiros.
Que es la distancia un enemigo
y es mortal el olvido.
Qué no aprendes corazón mío.
Deja ya de pensar en aquellos ojos
profundos como el mar.
En aquella boca que te enseño a besar.
Olvida su cuerpo desnudo
entre las sábanas. Olvídala corazón.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario