No recibo de ti más que reproches.
De mis versos que no lees, eres Tú la musa.
De mis sueños que no vives, protagonista.
¿Dime qué quieres?
Podría llenar la noche con miles de farolillos.
Podría mentirte en cada uno de ellos.
Pero callar prefiero, si no son sinceros los versos.
Si tú quisieras te daría un cielo cuajado de estrellas.
Un mar en un cubito de hielo, ¡mi alma entera!
Mis manos...hierro para labrar la tierra sin miedo.
Te daría de mi boca mil versos y un poema.
Las manos que de ellos son escritoras.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario