Me revuelvo
en la silla,
igual que un pavo
por navidad.
Todo se llena
de sospechas.
Y tú con tus letras
lo complicas aún más.
Me acompañó el día,
lleno de miserias y dolor.
Se lleno mi caldera,
ya de ardiente vapor.
Y estallo como estrella,
en una nube
de polvo y color.
Rafa Marín
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