Me gusta pensarte
los días de lluvia.
El agua que moja mi cara
disimula las lágrimas.
Por eso cuando llueve
nunca llevo paraguas.
Te pienso,
cuando entre paseos
miro el mar que brama
con el temporal.
Y así son,
casi todos los días de lluvia.
Recorrer este desierto camino
bajo el aguacero
que disimula mi llanto.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario