Pasajero de un tren
cuyo destino cambia sin aviso.
Ausente de esta hora
que sin querer se adelanta.
Prisionero de ti,
voluntario sin esperanza.
Mis sueños, como las cigüeñas,
se van en invierno al sur.
Están lejos hoy de mi,
son ausencia, decadencia, extraños.
Un montón de cristal roto.
Se iluminan como faros
al reconocer tu voz mis ojos.
Cantabas esta mañana
hazañas de amor
y triste yo suspiraba,
celoso de no sentir tus besos.
Rafa Marín
Me gusta tu poesía
ResponderEliminarEs fresca y ciudadana
Entremezclas sentimientos y
Escenarios...Me gustas Rafa...🌹
Rafa he de decirte que es como todos muy Bello, pero que no me adjudico ninguno, no creo tener ese derecho. Hermoso. Lola
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