Viendo pasar al temido tiempo,
dejaste escapar al amor incierto.
Recuerdas las cartas y hermosos versos.
que él te enviaba ayer.
Hoy dejo ya de hacerlo.
Este cielo testigo de vuestro adiós,
lo miras hoy con nostalgia.
La despedida fue fría y cruel,
pero al menos veías sus ojos.
Esos que hoy ya olvidaste.
Le saludas otra vez,
no te responde más que su silencio.
Ayer entre risas y algún beso
se escapó como aire entre tus dedos.
Hoy aquí sigues saludándole.
Pero sólo te llega su silencio
Rafa Marín