Tierra adentro se muere,
tan lento y tan despacio;
como el olivo que un rayo hiere,
como los nidos olvidados.
Nacido para andar sin caminos,
aguas siempre surcando.
Bajo el sol se hizo olvido,
en tierras que no lo quieren.
Quizás lo rodee el trigo,
un día al final de verano.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario