Es un manantial de dolor,
que se vuelve entre maldiciones,
sanguinoliento cauce.
¡AY! Felina y cruel me recorre,
ella que nació en mi interior
y busca en su huida su libertad
y al fin mi descanso.
¡Libérate de mí!
Corre como si este arroyo que te expulsa,
fuera la más hermosa bendición
y no el lamento tan deseado,
de mi cuerpo y, por ti su rechazo.
que se vuelve entre maldiciones,
sanguinoliento cauce.
¡AY! Felina y cruel me recorre,
ella que nació en mi interior
y busca en su huida su libertad
y al fin mi descanso.
¡Libérate de mí!
Corre como si este arroyo que te expulsa,
fuera la más hermosa bendición
y no el lamento tan deseado,
de mi cuerpo y, por ti su rechazo.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario