Se van acallando
los desesperados
gritos de mi alma.
La tarde me trae silencios
y de cuando en cuando
una sonrisa amable
en mi cara se va pintando.
Son tus recuerdos...
que no me dejan estar serio.
Fueron tantos los días
...los versos...
tanto lo que intercambiamos
que es ahora tu esencia
la que me mantiene despierto.
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