Estaba dormido,
soñando despierto.
Y entre tanto
me había perdido,
ausente de mi vida.
Ahora despierto...
¡TE SIGO QUERIENDO!
Pero me duele este alma
que todo lo abarca.
Soy un corazón latiendo
y que no para.
Que vive enamorado
y entre algodones cuidado,
para seguir esta amarga lucha
que es amar sin esperar nada.
Rafa Marín
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