Busco en esta ventana
de cristal siempre cerrado,
una señal que me entregue,
a su herida en el costado.
Ella que antes que reina,
es madre sin dones robados,
ella con su corazón destrozado.
Imaginando de mí su hambre,
porque nunca me ha soñado.
En esta jungla de los heraldos,
donde a veces el silencio arde,
con voz de sutiles pecados. Ay!
Este mundo de enjambres,
en el que una solitaria reina,
al Cyrano patán ha encontrado.
Rafa Marín
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