Hambre callada de los altos muros,
un dolor de la ausencia injusta,
el miedo de las noches de tortura,
ayer cantaron tus versos tan puros.
Por tus venas corre sangre oscura,
fue un caudal de mil años tan duros,
cebollas que ni del hambre nos curan,
mientras cada día esperas tu turno.
Otro año estéril más ha pasado,
miles de tumbas sin desenterrar,
porque todos los quieren olvidados.
Que pobre esta España sin fiebre,
de españoles mansos y domados,
votando a quien sucia mente tiene.
Rafa Marín
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