Te hiciste brillo en un cristal,
carne entre mis labios
y pétalos de sal.
Puta en una noche sin sueños,
una mujer y nada más.
Te hiciste duda, te hiciste miedo
y la más absoluta verdad.
De aquí allá, siempre corriendo,
con esa sed que da el amar;
para seguir en ti creyendo.
Te hiciste presencia lejana,
bajo los cielos amarillos.
Un beso que nunca acaba,
y que repetir siempre espero.
Te hiciste amiga y hermana,
cuando es amante lo que quiero.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario