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sábado, 31 de julio de 2021

El Edén (relato corto)

Hay historias que comienzan porque la vida se acuerda de ti.
Verán, era un día de verano, ya saben coche amigos y una carretera sin fin.
El destino no estaba muy claro, pero que importaba, todos querían escapar de allí. Embarcados en aquel ferry, poco a poco, la idea se fue dibujando. 
La ciudad, que más da, era un sitio polvoriento y ávido de soledades.
En el último bar, frente a un café y un mapa de carreteras, todos sonrieron al ver aquel nombre.
Gasolina, música y como no, una botella de mano en mano.
Al atardecer, el horizonte sólo dejaba ver más horizonte.
Los Km, eran risas y después de una noche y su repostaje, el amanecer frente a las montañas.
Hacía calor y junto al asfalto un puesto de frutas y una mujer.
Casi sin pensarlo esta subió al auto y todo se volvió una aventura.
Ella conocía a dónde íbamos, ... y nos prometió las delicias del Edén.
El asfalto se volvió tierra y ésta una vereda intransitable.
Allí quedaron el coche y un par de botellas vacías.
Todos estábamos expectantes, pero las dudas crecían y crecían.
Miré a la mujer y las espaldas de mis amigos al alejarse.
Ella tomó mi mano y dijo.
- El lugar está a la vuelta de ese recodo, ¿quieres seguir adelante?
La miré sorprendido, ¿acaso no lo había abandonado ya todo?
Me miró a los ojos y dijo.
- Vale.
El lugar era, como decirlo, un vergel en mitad de ninguna parte. Un arroyo descendía ... cantarino y la vegetación daba al lugar el aspecto de un sueño olvidado.
Las gentes que allí vivían nos acogieron sonrientes, amistosos y amables.
A ella la vistieron de gasas y collares y a mí me ofrecieron una bebida.
Me dormí.
Al despertar, quedé estupefacto, estaba en ... aquel puesto de frutas junto a la carretera.
En mi mano, había una nota.
Vuelve cuando vengas acompañado.
De eso hace ya un par de años.
Mientras miro la carretera, veo un coche que se acerca, y que para a mi lado. En su interior hay tres chicas que sonríen y me invitan a ... subir.
Una de ellas tiene un mapa de carreteras y me mira, como jamás a nadie a mirado.

Fin

Rafa Marín

Aferrarse

Me aferro a este desencuentro,
vida que mi cuerpo extraña,
como aquellos clavos ardiendo.
Hoy bajo un sol que me baña,
y que no borra los miedos que siento.
Levanto esta voz desafinada,
que se perdió en tantos recuerdos.
Gritar aferrado a la puta palabra,
para no ser en la noche silencio.

Rafa Marín

ver, oír ... sentir

No veo las lejanas estrellas,
mis ojos ya se niegan a hacerlo,
pero de todas guardo su recuerdo,
y eso las hace más bellas.
No puedo oír, cuanto lo siento,
mis oídos tan llenos de querellas,
duras palabras, otras  frías y secas,
como en la noche los lamentos.
Pero hablar si se que hablo,
mis labios y boca desafían,
la sensatez cuando cuando los abro.
De tarde en tarde se confían,
en la recta final son caballos,
y más que correr dasatinan.

Rafa Marín

Cielos

De estos cielos tan azules,
por blancos puros adornados.
De este vivir esperanzado, 
mientras de dolor gruñes.
De este sentirte tan amado,
que de amor enteró te pudres,
mientras la vida solo sufres,
porque es lo que te ha tocado.

Rafa Marín

viernes, 30 de julio de 2021

Jerry y la muerte (relato corto)

Entró por la puerta del bar, fue como si una sombra helada se deslizarse, invisible.
Ni siquiera el portero,un ser corpulento y cerril, se percató de su presencia. Jerry, al verla, sonrío satisfecho.
Preparó como siempre aquella mesa en penumbra del rincón. Un sitio tranquilo desde el que ver sin ser visto.
Esa noche el local estana tranquilo, los mismos sicarios, los mismos policías corruptos, las putas de siempre y alguna mujer sedienta de aventuras y sexo.
Aquella noche, ella, no había elegido a nadie, por el momento, y  Jerry pensó que afín de cuentas, todos se merecen un descanso.
De repente, estalló una pelea, nada serio, un fogonazo, un grito de mujer y una figura tambaleante que salía en busca de ayuda. Todos sabían que nadie podía morir allí.
Desde su mesa, ella miró con desdén, embutida sus 
 pensamientos.
Primero, las señoras, una vez seleccionados sus objetivos se ibas marchando. Después lo hicieron, chulos, putas y policías.
Los mafiosos, concluidos sus negocios y pactos, se marcharon también. El local al fin quedó vacío, sólo ella en aquella mesa en penumbra parecía no tener prisa.
Jerry, como siempre, solícito,se acercó  sonriendo.
- ¿Hoy no ha habido suerte, verdad? Pregunto distraído.
- No. Contestó ella. Esta noche he venido por ti, Jerry.
Jerry miró incrédulo mientras un dolor atravesaba su pecho y caía muerto.

Fin
Rafa Marín

miércoles, 28 de julio de 2021

Recuerdo

Recuerdo el bosque sombrío,
el rumor de las hojas que caen
y el canto alegre del río.
Recuerdo la vereda que asciende,
la luz cuando se filtra
y un alto en el camino.
Recuerdo mirar a la vida de frente,
tomar aire y sonreír.
Recuerdo los pasos vacilantes
y el peso de la mochila.
Recuerdo el despertar de la lumbre,
una mirada perdida
y aquel sueño que fue inolvidable.
Recuerdo la lluvia omnipresente,
la gota en el cuello cuando cae
y la niebla que a la vez nace.

Rafa Marín

domingo, 25 de julio de 2021

Sobre el éter

En su arco viaja la luna,
como un sueño de plata y sal,
y al levantar la mirada verla,
sobre el éter rielar.
Sin los oscuros pozos del miedo,
sin sentir la tenebrosa verdad.
Con la noche su vuelo acaba
y quizás no volverla a ver más.

Rafa Marín

Un amanecer

Se asomó a la madrugada,
como el pobre a su sustento,
con esperanza de lo incierto,
que se le lleva paz y alma.
En la brisa un callado lamento,
porque su boca ya no canta,
está vida que se le escapa,
la quiso hacer puro verso.
Quizás al despuntar el día,
por mil honores arropado,
verán sus ojos la melodía,
de las aves el bello canto;
que sin saber comprendía,
pues la vida le estaba hablando.

Rafa Marín

viernes, 23 de julio de 2021

La imagino

La imagino caminando,
adoquines que cantan,
al son de sus pasos.
La imagino descuidada,
mientras un cigarrillo,
en sus labios es llama.
La imagino miradas atrapando,
y de la mia oculto brillo.
La imagino enamorada,
niña que me está matando,
mientras versos le escribo.

Rafa Marín

miércoles, 21 de julio de 2021

Te hiciste

Te hiciste brillo en un cristal,
carne entre mis labios
y pétalos de sal.
Puta en una noche sin sueños,
una mujer y nada más.
Te hiciste duda, te hiciste miedo
y la más absoluta verdad.
De aquí allá, siempre corriendo,
con esa sed que da el amar;
para seguir en ti creyendo.
Te hiciste presencia lejana,
bajo los cielos amarillos.
Un beso que nunca acaba,
y que repetir siempre espero.
Te hiciste amiga y hermana,
cuando es amante lo que quiero.

Rafa Marín

martes, 20 de julio de 2021

Deseo

Desta desarraigada vida,
ajeno ya a cualquier sustento,
no soy vocero de mi lamento,
aunque tu boca la mía pida.
Buscar en tu fuente alimento,
que siendo velero, mendiga,
quien como hombre me tilda.
Sin ser en ti, ni sudor ni minero.

Rafa Marín

Celos

¿Qué le duele al caballero,
que confunde la poesía,
con ocultos los te quiero?
¡Oh! ¿Qué tamaña osadía,
acaso él teme perder,
lo que no tendrá ni en sueños?
Trama su mente, del amor,
virtuales filibusteros,
como trama la mía,
estos hirientes versos.

Rafa Marín

domingo, 18 de julio de 2021

La playa (relato corto)

El día amaneció soleado, y al ser festivo, la playa de arenas doradas, poco a poco se fue llenando de gentes.
La madre, una mujer aún joven y guapa, caminaba con paso tranquilo. A su lado, los dos críos, miraban impacientes el mar, como imaginando ya los juegos y los chapuzones.
Ella los miró con una sonrisa y dejando los bártulos en el suelo, tomó el bote de crema protectora para embadurnarlos a conciencia. Luego extendió una gran toalla y clavó a su lado una sombrilla de vivos colores.
Desde allí los veía jugando a perseguirme por la orilla, sonrió para sí y tomó el libro que dada día le daba un rato de paz.
- ¿Nos podemos bañar ya, mamá?
Pregunto el mayor, con una sonrisa y una fingida súplica en la mirada.
- Claro, respondió, pero no meteos muy adentro.
Se desprendió del liviano vestido con la seguridad de quien es consciente de la belleza de su físico y echando una mirada a sus hijos se tumbó a leer.
La playa se fue llenando y temiendo perder a los niños de vista, los miró como se afanan en la construcción de un castillo en la orilla.
Se sintió feliz y afortunada, y se concentró en la lectura, dejando de existir el mundo que la rodeaba.
Notó fresco, pensó en una nube pasajera, pero no oía ningún bullicio. Al levantar la mirada, espantada, vio que la niebla procedente del mar lo ocultaba todo.
Se levantó de un salto, toda la playa estaba oculta por la niebla, en silencio y desierta.
Corrió hacia la orilla, no veía a sus hijos. Los llamó, cada vez más fuerte, hasta que su voz fue un alarido lleno de miedo.
Recorrió la larga playa en ambos sentidos, no vio a los chicos ni a nadie. Todo era un erial desierto y frío. Con una niebla cada vez más densa y tenebrosa.
Al intentar volver junto a la toalla y sombrilla, no supo dar con el sitio.
El tiempo se volvió algo absurdo y entre carreras decidió ir hasta el aparcamiento, seguro que allí podría encontrar algo o alguien que le diera alguna explicación.
El trayecto se le hizo eterno, como si a cada paso que diera, la playa se agrandara. Por fin, entre la niebla creyó ver un cartel clavado en el suelo. Al bordeando pudo leer el mensaje:
Achtung, Gefahr.  Minenfeld, informaba el dichoso cartel.
Hizo caso omiso del mismo y volvió corriendo a la orilla de ese mar que se le antojaba maldito.
No entendía nada, su prioridad era encontrar a sus amados niños.
Por suerte, al rato deslumbró la sombrilla y la toalla, pero ni rastro de sus hijos. Corrió por la playa en un sentido y luego en otro, gritando y llorando sus nombres hasta que exhausta, ya no pudo más y cayó rendida sobre la fría y húmeda toalla.
Repentinamente sintió como sobre ella, caía agua helada, se incorporó y vio a sus hijos riendo, en una playa repleta, bulliciosa y soleada. Rompió a llorar y abrazando a sus hijos comprendió que se había quedado dormida.

Fin
Rafa Marín

sábado, 17 de julio de 2021

Del ayer

Del ayer,
cuando entre mis manos temblabas,
ya lo sé,
no queda nada de nada.
Sin querer,
como se hacen las putadas,
ves amanecer,
mientras brotan mil lágrimas.
Del revés,
abrazando esa fría almohada,
cuando ser,
no es más que un sueño del alma.
Corre y ve,
aún no tienes las suelas gastadas.

Rafa Marín

viernes, 16 de julio de 2021

Mis ojos

 Llené mis ojos de mundo y vida,

hasta que ya no quisieron ver más.

Se cegaron con una luz tan brillante,

como un explosión en la oscuridad.

Cielos infinitos llenos de estrellas,

mañanas de mirar el azul del mar.

Sueños de niño que callado llora

y una rama en un perdido olivar.


Rafa Marín

jueves, 15 de julio de 2021

Llega la noche

Llega la noche, con su brisa
y el grito de mi silencio.
Con sus miradas furtivas
y una sonrisa sin beso.
Llega la noche esperada
y me hago niño chico,
como un pobre perrillo,
que busca en un regazo,
quizás calor y consuelo.
Y sigue la noche llegando,
oscura y llena de miedos.

Rafa Marín

lunes, 12 de julio de 2021

Vivir

Vivir.

Entre el miedo y la esperanza,

carente ya del sentido sueño,

que cada cálida mañana abraza.

Vivir.

Aferrado al incombustible empeño,

de una vida que se hace tan larga,

como una mirada ante el espejo.

Vivir.

Esperando que la misma vida haga,

mientras escribo estos fríos versos,

porque de vivir, hasta la vida se harta.

 

Rafa Marín

 


sábado, 10 de julio de 2021

Morir

Morir.

Y a cada paso,

levantar con orgullo la cara,

porque fui lo que fui

y si a nacer volviera,

reincidir.

Morir.

Y saborear su único beso

y quizás verla sonreír,

porque me da la gana

y con desdén asentir.

Morir.

Y de su mano descarnada,

volver otra vez a vivir.

Tal vez como un recuerdo,

o como una furtiva lágrima.

Morir.

Y no sentir,

el remordimiento canalla.

Pues así,

entre el fuego y la metralla,

una vez fui el más feliz.

 

Rafa Marín


Brisa

Espurea se despierta la brisa,

justo antes de amanecer.

Quizás  al día haga parecer,

unas horas llenas de prisa.

Despierta y es el malquerer,

que a vivir soñando instiga,

a quien sin nada que perder,

por vivir deja ir pasando su vida.

Rafa Marín 

martes, 6 de julio de 2021

Mentiras

Van cayendo bajo el sol,

 

estas duras lágrimas de hierro,

 

como si fueran solo versos,

 

ahora que ya  sé que no lo son.

 

Los putridos y falsos te quiero,

 

envueltos en torrentes de dolor,

 

que arruinaron mi negro corazón,

 

mientras la paz se fue yendo.

 

Rafa Marín.

 


domingo, 4 de julio de 2021

Elegir

 

Elegir,

cual número de la ruleta

y apostar al todo o nada.

Como aquella tarde mortal,

oculto entre la nieve y la cuneta.

Cielos azules de la soledad,

rocas que son eco en la vastedad.

Mirar como florece la mimosa

y de un trago beberse la vida,

porque de nada sirve mirar atrás.

 

Rafa Marín

sábado, 3 de julio de 2021

Sirenas (2)

Sirenas de mares procelosos,

entre olas de blanca espuma y sal.

Siempre con esa promesa en los ojos,

que nunca acaba por llegar.

A veces dulces damiselas y otras,

con el infierno por hogar.

Perdidas almas entre dulces y traviesas,

empeñadas en Odiseos,

que nunca vieron la mar.

 

Rafa Marín

 


jueves, 1 de julio de 2021

No soy

No soy quien otorga la dicha,

ni tampoco el hacedor del mal.

Sólo soy un alma que camina,

asomado desde este cristal.

 

Rafa Marín

 


Cantan

Canta en su viaje el enano,

 

pensando en las riquezas que hallará.

 

Cantan en su viaje los gitanos,

 

bajo una luna de pulido cristal.

 

Cantan los reyes de poder izados,

 

bajo el dosel de las camas del mal.

 

Cantan mis sueños y tus dulces manos,

 

que en mi espalda el amor dibujarán.

 

Rafa Marín

 


Una vida que se apaga

 Perdido en esa bruma,

un gris de la memoria,

al pasado sin fe miraba.

Nada veía, salvo quizás,

los juegos de una infancia,

que la pobreza le robó.

No sentía ya la envidia enquistada,

ni el miedo, ni tan siquiera,

ese hambre de pan tierno.

Con sus manos temblorosas

y por la edad gastadas,

con sus ojos que vieron al mal,

con su voz de hoz mal afilada,

sobre el blanco de los sueños,

entre palabras sencillas,

su vida poco a poco esculpió.

 

 

Rafa Marín