La mañana, entre pasos y aguaceros,
se volvió camino y solitaria paz.
El verde del horizonte y el azul del cielo,
quien querría para sí algo más.
Ahora, mientras al sueño espero,
que me queda sino recordar.
La ausencia de tus besos,
la lejanía del ancho mar,
esos momentos tiernos,
que quizás ya nunca me darás.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario