Bajo el gris de una amenaza,
tiembla el mar entre olas,
que son como alas blancas,
mil pendones que tremolan.
Sobre un jade, que bajo la luz asoma,
sin ser sirena que dulce canta,
te vuelves dura Circe de honra.
¿No querrás ser por una vez humana,
el fatídico sueño de alguien que ora?
Rafa Marín
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