Volar, entre el cielo y los sueños,
elegía a ese pan de regaño,
que no mejora con los años,
porque nos llevan muertos.
Así, como en la noche extraños,
eternos océanos sin tiempo,
siempre un tú y yo descontentos,
porque nos faltaron los redaños.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario