En esta pasión que me consume,
cuando impúdica se expone
y de mi placer sumisa asume,
que mi carne será quien explote,
mientras ella en fuego se consume.
Siendo un manantial que corre
y por su piel sin fin se escurre.
¡Oh! Ángel que para mi cuerpo es torre
y al embate de mi ariete se entregará.
Rafa Marín
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